🛂 Los españoles cambian de opinión sobre la inmigración
Además: Ayuso vs. el Rey, el San Diego Comic-Con de Málaga termina en desastre y Valencia otra vez bajo la lluvia.
Madrid | Número 5
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👮El PP por fin desvela una política de inmigración - y deja en evidencia cómo está cambiando España
España siempre se ha diferenciado del resto del mundo en lo que hace a la inmigración. La opinión pública siempre ha sido sorprendentemente acogedora, lo que ha dado pie a un sinfín de teorías no científicas al estilo: “los españoles empatizan porque muchos emigraron durante Franco”, etc.
Pero parece que ya no tanto. En los últimos cinco años, España ha absorbido más de 1,5 millones de inmigrantes mientras la población nacida aquí se encoge; Vox culpa a los inmigrantes de (prácticamente) todo; y el mercado de la vivienda está fuera de control, dejando fuera a los españoles y alimentando el resentimiento contra los compradores extranjeros.
¿El resultado? En el último Barómetro del CIS, un 20,7% de los españoles ubicó a la inmigración entre los tres principales problemas del país, frente a solo un 4% a principios de 2023.
Y aquí entra el Partido Popular. Esta semana, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, presentó finalmente un plan de inmigración en la convención del partido en Murcia. Teniendo en cuenta que el PSOE de Pedro Sánchez básicamente dice que la inmigración siempre es maravillosa 🌈 y Vox preferiría levantar un muro 🧟, el PP tiene ahora la oportunidad de diferenciarse—y marcar hacia dónde cree que va España.
¿Y qué dice el plan de Feijóo? Piensa en un plan al estilo anglosajón pero con un toque español.
La idea estrella es una “visado por puntos”. Copiada de Canadá, Australia y la Gran Bretaña del Brexit: los solicitantes suman puntos según sus habilidades, nivel de español, edad y disposición a trabajar en sectores con escasez de mano de obra como el campo o la construcción.
Puntos extra si eres de Latinoamérica (el PP recalca la “cultura e historia compartidas”), o si tu país colabora en el control fronterizo. Pero no vas a sumar muchos puntos si vienes de un lugar que ellos consideran “desordenado”.
La integración no será inmediata. Habrá que aprender español, conocer la Constitución y suscribirse a los “valores europeos” como la igualdad de género y el Estado de derecho. La nacionalidad, dicen, debería ser la “culminación” de ese proceso, no una casilla que se marca sin más.
Tolerancia cero con el crimen. Los delitos graves implican la pérdida automática de la residencia, y reincidir en faltas menores también puede acabar en deportación. Además, las ayudas estarán más ligadas al trabajo. Feijóo quiere que la residencia de larga duración—y el acceso a programas como el Ingreso Mínimo Vital—dependan no solo del tiempo en España, sino de tener empleo estable y cotizar al sistema.
Es un paquete diseñado para parecer “serio” frente a la apertura del PSOE y las fantasías de expulsión de Vox. ¿Funcionará? Esa es otra cuestión: los expertos dicen que el mercado laboral español dista mucho de ser tan transparente o atractivo como el canadiense o el británico. Pero políticamente, el PP ya tiene un guión migratorio—y cree que es justo lo que España quiere escuchar.
¿Pero… lo es? Las reacciones ad hominem del PSOE y Vox al PP—cuyo plan hasta ahora podía resumirse en “la inmigración ilegal es mala y los delincuentes deberían irse”—sugieren que, por una vez, Feijóo no se tropezó al afirmar que España es “abierta y acogedora” pero que “ninguno de los dos extremos [PSOE y Vox] es verdad y, en consecuencia, la solución no es ni regularizarlos a todos ni echarlos a todos al mar”.
El PSOE reaccionó por lo bajo. La Sexta citó fuentes anónimas acusando a Feijóo de “afrontar la inmigración desde el racismo” y de ser “el Vox de AliExpress”. El ministro de Presidencia Félix Bolaños (que suele hacer de perro de ataque) dijo que el discurso era “claramente xenófobo” y que Feijóo se había convertido en “número 2” de Santiago Abascal (o sea, el Freddie Mercury ultra).
Vox se hizo el ofendido. ¿¿”Echarlos todos al mar”?? Feijóo se une a la demonización de VOX con mentiras y manipulaciones”, escribió el propio Abascal en X.
¿Y ahora qué? No hay elecciones previstas hasta 2027 para poner a prueba el giro del PP, pero cada vez hay más comentaristas (y algunos resultados electorales) que apuntan a que la inmigración se ha convertido en un tema real para los votantes, incluso de izquierdas. Y miran a Dinamarca como ejemplo: fueron los socialistas los que endurecieron la política migratoria allí, y así neutralizaron a la extrema derecha.
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1.🇵🇸 No la vimos venir: Ayuso contra el discurso del Rey
¿¿Perdona?? Lo que lees. Esta semana Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la comunidad de Madrid por el PP, criticó al rey Felipe VI. Sí, del PP de “queremos más al Rey que a un pincho de tortilla babosa con caña”. WTF. ¿Cómo hemos llegado a esto?
Vamos por partes. La semana pasada, Felipe VI (alias 👑F6) generó polémica en la Asamblea General de la ONU al criticar la ofensiva de Israel en Gaza.
Sin pelos en la lengua. En un tono inusualmente directo, F6 calificó la situación de “masacre” y denunció “actos aberrantes que repugnan a la conciencia humana”. Condenó el terrorismo de Hamás, sí, pero también pidió a Israel que frenara su campaña militar.
El discurso encajaba a la perfección con el del Gobierno de Pedro Sánchez, una de las voces más críticas de Europa contra Israel. Sánchez y sus socios incluso han llegado a usar la palabra “genocidio” para describirlo.
Pa’ que te enteres. El discurso de F6 fue co-redactado con Moncloa, algo habitual en las monarquías parlamentarias (de ahí que la realeza británica suene más Tory con los tories y más Labour con los laboristas).
Eso sí, hubo límites. F6 evitó usar la palabra “genocidio” (según cuentan los medios locales, ahí la última palabra la tuvo Zarzuela).
¿La usará pronto? El término ya es línea divisoria en la política española: la izquierda lo ha abrazado sin tapujos, mientras el PP duda (aunque algunos de sus dirigentes ya se han lanzado a utilizarlo).
Ayuso entra en escena. La presidenta madrileña, normalmente abanderada tanto de Israel como de la monarquía, trazó una línea inédita tras el discurso: “El rey reina, pero no gobierna”, recordó en televisión (cierto: el Rey es Jefe de Estado, el presidente, Jefe del Gobierno). Insistió en que sigue siendo monárquica, pero sugirió que F6 debería limitarse a ser una “figura de conciliación” y no tomar posiciones políticas (😱). Sobre el “genocidio”: dijo que eso le corresponde decidir a los tribunales internacionales.
Llamativo. Ayuso ha construido su marca en torno a la defensa de las instituciones españolas (en especial la Corona). Y ahora se está quedando sola dentro del PP, apostando fuerte por Israel mientras otros líderes del partido dudan. La semana pasada incluso se reunió con líderes de la diplomacia israelí en Madrid para mostrar su apoyo.
Coro ultra al ataque. Mientras tanto, la ultraderecha se lanzó contra F6. Vox, que suele ser la guardia pretoriana de la monarquía, criticó con dureza el discurso.
¿Culpa de F6 o de Sánchez? El eurodiputado Hermann Tertsch lo tachó de “panfleto socialista globalista”, mientras Juan Carlos Girauta aseguró que Sánchez le había tendido una “trampa” al Rey.
Partido incel. En redes, los ultras resucitaron su insulto favorito contra el monarca: Felpudo VI.
Un logro, en cierto modo. Con un solo discurso en la ONU, F6 consiguió provocar desazón entre conservadores, furia en la ultraderecha y una reprimenda pública de Ayuso—una de sus más fieles defensoras.
¿Y la ironía? Que la izquierda también anda partida: Sánchez apoya el “plan de paz” de Trump para Gaza, mientras Sumar lo califica de “farsa”. En lo que hace al tema Gaza, España está fracturada de arriba abajo.
2. 🇮🇱 Israel intercepta la flotilla de Gaza y el Gobierno español se parte en dos sobre cómo responder
Israel interceptó anoche varios barcos de la Global Sumud Flotilla cuando intentaban romper el bloqueo marítimo de Gaza, desatando el conflicto que Madrid (y medio mundo) llevaba días temiendo.
Flotilla no more. Los organizadores aseguraron que fuerzas navales israelíes abordaron las embarcaciones en aguas internacionales, cortando comunicaciones y emisiones en directo. El Ministerio de Exteriores israelí difundió un vídeo en el que un oficial advertía a la flotilla de que “se acerca a una zona bloqueada” y debía atracar en Ashdod, donde la ayuda podría canalizarse “por las vías establecidas”.
Los miembros de la flotilla lo calificaron de “ataque ilegal contra humanitarios desarmados”. El estado de los pasajeros no estaba claro, aunque Exteriores israelí publicó un vídeo de la activista Greta Thunberg recibiendo una bebida y un abrigo en X. La exalcaldesa de Barcelona Ada Colau también fue detenida.
Pasada la medianoche, medios informaron de que los activistas estaban “siendo trasladados a un puerto israelí” de “forma segura”. Y a eso de las 8 de la mañana, El Español apuntaba que se habían interceptado la mitad de los 44 barcos, mientras la otra mitad seguía rumbo a Gaza.
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